jueves, 3 de junio de 2010

revolucion rusa

La Revolución rusa de 1917 fue un movimiento político en Rusia que culminó en 1917 con la expulsión del gobierno provisional que había reemplazado el sistema zarista, lo que llevó finalmente al establecimiento de la Unión Soviética, que duró hasta su caída en 1991.

En la Revolución pueden distinguirse dos fases:

La primera fue la llamada Revolución de febrero de 1917, que desplazó la autocracia del zar Nicolás II de Rusia, el último de la historia, y tenía la intención de instalar en su lugar una república liberal.
La segunda fase fue la Revolución de octubre, en la que los soviets, inspirados y dirigidos cada vez más por el Partido Bolchevique, bajo el destacado papel estratégico de Vladímir Ilich Uliánov, conocido como Lenin, y la importante acción organizadora de León Trotsky, encabezando el Comité Militar Revolucionario, tomaron el poder mediante una insurrección popular armada, arrebatándolo al gobierno provisional dirigido por Aleksandr Kérensky, y disolviendo el aparato gubernamental del anterior Estado constitucional burgués, junto con sus instituciones: la gendarmería, las Fuerzas Armadas de Rusia, la propiedad privada sobre los principales medios de producción y servicios y más tarde la Asamblea Constituyente. Éstos fueron sustituidos a su vez por el Estado obrero, bajo el control o dictadura del proletariado y la democracia soviética, el control obrero de la producción, la redistribución de la tierra a los campesinos, tras la expropiación a los terratenientes y capitalistas, la Guardia Roja y el Ejército Rojo, organizado éste y dirigido por Trotsky. Además, se negoció la Paz de Brest-Litovsk y concedió el derecho de autodeterminación a las nacionalidades sometidas al imperio ruso. Esta segunda revolución se extendió por numerosísimos entornos, afectando tanto a las ciudades como al entorno rural. Al mismo tiempo que ocurrían muy importantes sucesos históricos en Petrogrado y Moscú, paralelamente empezó a desarrollarse un movimiento consolidado y extendido en el campo, especialmente en las zonas más fértiles del antiguo Imperio como el sureste de Ucrania, a medida que los agricultores fueron tomando y redistribuyendo la tierra, y organizándose en asambleas populares y grupos armado
Causas económicas:
Las causas económicas de la Revolución rusa se atribuyen en gran medida a la mala gestión del zar, sumada a la I Guerra Mundial. Más de quince millones de hombres se unieron al ejército, que dejó un número insuficiente de trabajadores en las fábricas y las granjas. El resultado fue una escasez generalizada de alimentos y materias primas. Los obreros tuvieron que soportar terribles condiciones de trabajo, incluyendo jornadas de doce a catorce horas y bajos salarios.